Microfiltro de aire M 1/2" 1300 l/min 0.1 μm <0.1 mg/m3

Microfiltro de aire comprimido de la serie M 1/2’’ 1300 l/min 0,1 µm 0,1 mg/m3 ISO 8573-1

Los microfiltros, conocidos también como filtros de precisión o filtros finos, son filtros coalescentes de alto rendimiento diseñados para la purificación minuciosa del aire comprimido. Estos dispositivos son ideales para aplicaciones que requieren una mayor calidad del medio de trabajo. Los microfiltros no solo eliminan partículas sólidas microscópicas, sino también aerosoles de aceite y agua. Los microfiltros de la marca Airpress están fabricados con aluminio de alta calidad y cuentan con cartuchos de filtro dobles, lo que aumenta su durabilidad y eficacia. Los materiales coalescentes de alta gama utilizados en estos filtros maximizan la unión de las partículas de aceite, mejorando así la eficiencia del proceso de filtración. La estructura interna del filtro está reforzada con aletas que aseguran una posición estable del cartucho y optimizan el flujo de aire, garantizando una filtración eficiente. Son indispensables en sistemas avanzados de tratamiento de aire y recomendados para diversas industrias donde se requiere aire comprimido de alta pureza que cumpla con los estándares de la norma ISO 8573-1.

La serie M de microfiltros de aire comprimido ha sido diseñada específicamente para ofrecer un tratamiento preciso del aire comprimido. Los cartuchos filtrantes, con doble capa coalescente de microfibras de borosilicato, eliminan el 99,99% de las partículas sólidas con un tamaño de hasta 0,1 µm, así como partículas de aceite con una precisión de 0,1 mg/m³. Además, la capa exterior de fieltro agujeteado mejora la eficiencia en la eliminación de partículas de aceite hacia el drenaje de condensados. Los microfiltros de la serie M proporcionan aire comprimido de clase 2 en términos de contenido de partículas sólidas y aceite, lo que los convierte en un componente esencial en sistemas de tratamiento de aire para la filtración avanzada con filtros de carbón activado. Se recomienda su uso en sistemas neumáticos para proteger otros componentes del sistema de aire comprimido y garantizar una operación eficiente y duradera. Los microfiltros de la serie M se suministran con drenaje automático de condensado tipo cesta y están completamente listos para su instalación y uso inmediatamente después de la compra.

Norma ISO 8573-1 y las clases de calidad de aire comprimido

La norma ISO 8573-1 define los estándares de calidad del aire comprimido, detallando los niveles admisibles de partículas, agua y aceite. Las clases de calidad del aire se describen mediante tres categorías principales: partículas sólidas, que se miden en micrómetros y clasifican desde 0 (el más limpio) hasta 9 (el más contaminado); contenido de agua (humedad), expresado en términos de punto de rocío; y niveles de aceite, medidos en mg/m³. Cada categoría tiene criterios específicos que permiten evaluar de manera precisa la calidad del aire comprimido. En cuanto al contenido de aceite, la norma establece diferentes clases que indican la cantidad máxima permitida. Por ejemplo, la clase 1 permite un nivel de aceite de hasta 0,01 mg/m³, ideal para aplicaciones críticas como la fabricación de componentes electrónicos o productos farmacéuticos, donde la más alta pureza es esencial. La clase 2 permite un nivel de hasta 0,1 mg/m³, adecuada para muchas aplicaciones industriales donde la calidad del aire sigue siendo importante, pero no tan crítica. Esta norma es esencial para seleccionar el sistema de filtración adecuado, asegurando que el aire cumpla con los requisitos necesarios para diversas aplicaciones industriales, protegiendo tanto el equipo como la calidad del producto final.

La filtración y las clases de pureza del aire comprimido en términos de contenido de aceite y partículas sólidas

Los microfiltros de la serie M están diseñados específicamente para eliminar el aceite y las partículas del aire comprimido. La clasificación del aire en términos de pureza se basa en la norma ISO 8573-1, que establece diferentes clases de pureza del aire. Si el aire comprimido tiene clase 2 tanto para el contenido de aceite como para el de partículas sólidas, esto significa que cumple con los siguientes límites:

• Cantidad máxima de aceite: hasta 0,1 mg/m³.
• Cantidad máxima de partículas de tamaño >0,5 μm: hasta 1 000 partículas por metro cúbico.
• Cantidad máxima de partículas de tamaño >1 μm: hasta 100 partículas por metro cúbico.

En la práctica, esto significa que el aire comprimido de clase 2 es relativamente limpio y se utiliza en aplicaciones donde la pureza es importante, pero no crítica. Este nivel de aire comprimido es adecuado para procesos de fabricación de componentes mecánicos o aplicaciones de pintura. Aunque es un estándar alto, no alcanza los requisitos de sectores más exigentes, como la electrónica o la farmacéutica, donde se necesita un aire de mayor pureza para garantizar la calidad del producto final. En resumen, utilizar microfiltros que aseguren un aire comprimido de clase 2 es fundamental para optimizar la eficiencia de los procesos industriales, prolongar la vida útil de los equipos y mantener la calidad del producto final, garantizando así un entorno de trabajo seguro y eficaz.

Cómo seleccionar correctamente un filtro de aire comprimido

La selección de un filtro adecuado garantiza un rendimiento óptimo del sistema. Factores a considerar:

• Caudal de aire nominal: asegúrese de seleccionar un filtro que soporte el caudal del compresor utilizado. Un filtro con capacidad de 1300 l/min es adecuado para instalaciones de tamaño medio (por ejemplo, en talleres industriales o plantas de fabricación con un consumo de aire comprimido mediano, donde no se utilizan grandes compresores de tornillo, pero hay herramientas neumáticas con mayores requisitos de aire comprimido y secadores de aire más sofisticados)
• Presión de funcionamiento: los filtros de la marca Airpress soportan hasta 16 bares, son adecuados para la mayoría de aplicaciones industriales estándar.
• Compatibilidad con normas de calidad del aire y niveles de filtración: cada elemento debe ajustarse a las capacidades de los demás componentes de filtración, como los prefiltros, los otros filtros finos y absolutos y los separadores ciclónicos, garantizando una protección eficaz y prolongando la vida útil del sistema.

Además, el tamaño del filtro debe coincidir con el conector del compresor para asegurar el rendimiento del sistema. Un filtro con un conector demasiado pequeño puede restringir el flujo de aire y causar una caída de presión, mientras que uno demasiado grande requiere una válvula reductora para igualar el tamaño del conector del compresor, asegurando un funcionamiento fluido.

Ventajas de utilizar un microfiltro de aire comprimido de la serie M

El uso de un microfiltro de la serie M ofrece múltiples beneficios:

• Protección del equipo: el filtro elimina partículas y aceite que pueden dañar componentes internos como válvulas o cilindros neumáticos, reduciendo averías.
• Mayor eficiencia energética: al eliminar contaminantes sólidos y aceite, reduce la carga en las etapas posteriores de filtración, lo que disminuye la caída de presión y reduce el consumo de energía del compresor.
• Prolongación de la vida útil de los otros filtros finos y absolutos: actúa como la siguiente línea de defensa, protegiendo a los filtros más costosos, de desgaste prematuro y reduciendo la frecuencia de sustitución.
• Mejora de la calidad del aire: la eliminación de contaminantes sólidos y aceite mejora la calidad del aire suministrado a los equipos finales.
• Reducción de costos de mantenimiento: el uso regular de microfiltros de la serie M disminuye la necesidad de reparaciones, extendiendo la vida útil de todo el sistema.

Funcionamiento de un microfiltro de aire comprimido de la serie M

El funcionamiento de estos dispositivos se basa en varios componentes clave que colaboran para garantizar una purificación óptima del medio de trabajo. El corazón del microfiltro es el cartucho filtrante de doble capa coalescente, compuesto por microfibras de borosilicato. Este material es crucial para capturar partículas sólidas y aerosoles de aceite. Las microfibras atrapan las partículas más finas en el aire comprimido, mientras que el mecanismo de coalescencia permite que las pequeñas gotas de aceite se unan en gotas más grandes, facilitando su separación del flujo de aire. La capa exterior de fieltro agujeteado mejora aún más la eficiencia de este proceso, ayudando a recoger y dirigir el aceite condensado hacia el sistema de drenaje.

Otro componente esencial es el cuerpo del filtro, fabricado en aluminio de alta calidad. La estructura interna está equipada con un sistema de aletas internas, que aseguran una posición estable del cartucho filtrante. Estas aletas no solo mantienen el cartucho en su lugar, sino que también optimizan el flujo de aire a través del filtro, lo que garantiza que el aire se distribuya de manera uniforme sobre la superficie del medio filtrante.

Finalmente, el drenaje de condensados es responsable de eliminar las partículas de aceite y agua acumuladas, asegurando que el aire purificado que sale del filtro esté libre de contaminantes. Gracias a estos elementos, los microfiltros de la serie M son capaces de proporcionar aire comprimido de alta pureza, cumpliendo con los estándares de clase 2 tanto para partículas sólidas como para contenido de aceite, lo que los hace ideales para aplicaciones industriales que requieren un aire comprimido limpio y seguro.

Instalación del filtro en un sistema de aire comprimido

El microfiltro de la serie M debe instalarse después del compresor, del separador ciclónico y del prefiltro de aire comprimido, pero antes de las etapas posteriores de filtración, en un lugar accesible para su mantenimiento y sustitución. Asegúrese de que las conexiones estén bien selladas para evitar fugas de presión.

Graduación de filtros en instalaciones con altos requisitos de calidad

La gradación de los filtros de aire comprimido implica el uso de varios niveles de filtración para eliminar progresivamente diferentes tipos de contaminantes, logrando la pureza adecuada. En instalaciones con altos requisitos de calidad, como las industrias farmacéutica o electrónica, se utiliza una combinación de filtros finos y absolutos para lograr la máxima pureza del aire.

Razones para usar microfiltros de la serie M en instalaciones de alta calidad

• Protección de etapas posteriores: los microfiltros de la serie M eliminan partículas sólidas y aceite antes de que lleguen a los filtros más precisos, prolongando su vida útil.
• Costos operativos reducidos: los microfiltros de la serie M protegen filtros más caros, disminuyendo la frecuencia de reemplazo y reduciendo costos de operación.
• Optimización de la caída de presión: eliminan los contaminantes sólidos y aceite, ayudando a mantener una menor caída de presión y mayor eficiencia energética.
• Mantenimiento de la calidad del aire: garantizan la eficacia de las etapas de filtración posteriores, cumpliendo con las normativas de calidad de aire, como la ISO 8573-1.
• Reducción del riesgo de fallos: al eliminar partículas sólidas y aceite, se reduce el riesgo de daños en los componentes internos del sistema.