Calderines
El aire comprimido tiene muchas aplicaciones y suele considerarse una solución muy rentable. Los sistemas de aire comprimido son habituales en grandes y pequeñas instalaciones de producción. También suelen encontrarse en el equipamiento de talleres artesanales, de automoción, de pintura o de carpintería. Uno de los componentes comunes es el calderín de aire comprimido, también llamado depósito o tanque. Esta parte de la red se utiliza para almacenar los gases de presión que bombea el compresor. El calderín de aire suele utilizarse en zonas donde hay caídas de presión en la red. También puede instalarse en talleres donde la entrada de aire es irregular y muy variable. Las mezclas de gas comprimido almacenadas en este tanque mantendrán la presión correcta en la red y evitarán problemas de caídas de presión. Los calderines para compresores de alta calidad están fabricados en acero inoxidable, acero al carbono o acero cromado de alta calidad. Este material garantiza su durabilidad y capacidad para soportar altas presiones. El reducido número de soldaduras reduce naturalmente las zonas más débiles y protege contra las fugas. El calderín está revestido en el exterior, lo que reduce la posibilidad de corrosión y debilitamiento del recipiente.
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Calderines para compresores
¿Cómo elegir un depósito de aire comprimido? En nuestra oferta encontrará calderines en muchas variantes. Todos se caracterizan por una durabilidad considerable y una construcción robusta. Disponemos de los certificados necesarios que los homologan para su uso. La mayoría de las veces, los depósitos de aire comprimido se colocan en posición vertical, lo que influye en el espacio que ocupa este componente de la red. A la hora de elegir un depósito de aire, hay que tener en cuenta varios factores. El más importante, sin embargo, es que el calderín esté bien adaptado al compresor que lo alimenta. Esto se refiere principalmente al tipo de conexión y a la presión a la salida de la unidad. Un ajuste inadecuado puede causar problemas de rendimiento y de mantenimiento de la presión correcta en la red. En cambio, si el recipiente está diseñado para una presión menor, puede provocar fugas e incluso dañar su integridad.
Diferentes tamaños de depósitos de aire comprimido
La característica más fácil de observar en un tanque son sus dimensiones. Además de las dimensiones externas de la unidad, el tamaño también determina la cantidad de aire que puede almacenarse en su interior. Los depósitos están disponibles en volúmenes de 200 a 2000 litros, pero para instalaciones de taller estándar y pequeños servicios, lo más habitual es utilizar un depósito de compresor de 500 litros. La elección del volumen del calderín de aire depende de varios factores, como la capacidad del compresor, la presión de entrada y la frecuencia de uso del aire.
Calderines verticales de aire comprimido
Los calderines de aire comprimido están disponibles como recipientes de presión verticales revestidos o como recipientes de presión galvanizados. Los depósitos de presión revestidos se recubren con pintura en polvo y luego se cuecen en hornos. De este modo, la pintura permanece en el acero y forma una capa protectora. Durante la galvanización, se rocía una capa de hierro sobre el tanque de presión, lo que significa que el recipiente de presión está mejor protegido contra la corrosión y también se vuelve resistente a los arañazos. Además, el recipiente de presión adquiere un aspecto estéticamente agradable. Los calderines de aire comprimido Airpress se fabrican para 11, 12 o 16 bares. Todos los depósitos de aire comprimido cuentan con la certificación CE, por lo que cumplen los requisitos medioambientales, de seguridad y de salud.
Ubicación del calderín de aire
A la hora de planificar la compra de un depósito de aire comprimido, conviene planificar su ubicación de antemano. Los depósitos son componentes relativamente grandes de un sistema de aire comprimido, por lo que, al comprar un depósito de presión vertical, es importante comprobar cuidadosamente si la altura del edificio es suficiente. Hay calderines de presión con una altura de 2,5 metros, lo que puede afectar significativamente a la dificultad de la instalación o, en algunos casos, incluso hacerla imposible.
Conexión del calderín al sistema de aire comprimido
Al planificar la compra de un depósito de aire comprimido, también debe pensar detenidamente en las dimensiones y el número de conexiones directas al depósito. Los depósitos de aire comprimido Airpress tienen 6, 7 u 8 puntos de conexión según el modelo. El tamaño de las conexiones también desempeña un papel importante. Si planifica la instalación con antelación, podrá coordinar fácilmente todos los componentes, y si ya dispone de un sistema de aire comprimido en su empresa y sólo va a sustituir el depósito, necesitará conocer las dimensiones de las conexiones.
Para garantizar una buena conexión entre el depósito de aire comprimido y el sistema de aire comprimido, existen kits de instalación especiales que le permitirán obtener de inmediato una conexión buena y estable para todo el sistema.
Accesorios para compresor de aire
El depósito de aire del compresor forma parte del sistema global de aire comprimido. Para que funcione correctamente, debe unirse a la red mediante conectores especiales. Los accesorios, como un manómetro, también facilitan el control de la presión dentro del depósito. En esta colección de productos hemos reunido accesorios independientes para cada tipo de unidad, divididos en grupos que se corresponden con la capacidad de los tanques. Entre los accesorios, encontrará conexiones equipadas con terminaciones especiales para facilitar la conexión de mangueras. Cada calderín puede equiparse con tubos de conexión que conducen a la red. También es posible emplear conexiones equipadas con válvulas que permitan desconectar el aire y aislar una parte de la red. Deben instalarse manómetros de medición en las partes correspondientes de las conexiones y en el propio depósito. Cabe destacar que todos los racores tienen extremos de igual diámetro, lo que permite una conexión rápida y muy duradera. Esto garantizará que la red se mantenga a prueba de fugas y que la operación se desarrolle sin problemas. Los accesorios están fabricados con materiales de alta calidad resistentes a la corrosión, garantizando que mantendrán su vida útil durante mucho tiempo y no será necesario sustituirlos por otros nuevos.